Precalienta el horno a 180°C.
Desmiga la galleta de barquillo y mézclala con la clara de huevo.
Extiende la mezcla en el fondo de cuatro moldes pequeños, asegurándote de presionar bien.
Mete en el horno durante 10 minutos y deja enfriar al sacar.
Pon la gelatina en una taza de agua fría y déjala en remojo.
Vierte el yogur en un bol, luego coge 2 cucharadas y ponlas en un cazo.
Calienta el cazo sin que llegue a hervir y añade la gelatina, removiendo bien.
Añade el yogur restante, removiendo regularmente.
Endulza la mezcla con el edulcorante.
Es el momento de montar la tarta: vierte la crema sobre las bases de galleta.
Deja reposar en el frigorífico de 2 a 3 horas.
Lava las moras y ponlas en una batidora.
Pon la fruta batida en una olla pequeña con la maicena y calienta, removiendo regularmente, hasta que espese.
Antes de servir, desmolda las tartitas y colócalas en un plato bonito, luego cúbrelas con la salsa de moras.
¡Qué aproveche!